Los perros mudan el pelo generalmente dos veces al año, en primavera y otoño, debido a que tiene un pelaje para el frio y otro para el calor. Esto se produce con los cambios de la luz estacionales y temperatura. Pero aquellos que viven dentro de casa, donde la luz no varia, estarán continuamente cambiando su pelo, lo mismo que si les ponemos ropa.
Las razas que sufren una pérdida de pelo mayor en la muda son los Pastores Alemanes, los Collies, los Pomerania y los Dálmatas. Mientras que los terriers, los Dedlington y el Bichón Maltés apenas pierden pelo. Y el caniche no muda nunca su pelo.
Para evitar que el pelo quede disperso por casa, se recomienda cepillarlos. Si desde pequeños se les acostumbra al cepillado, esta actividad no será incómoda de realizar, y al perro le resultará placentera. Solo es necesario escoger el cepillo y el peine más adecuado al tipo de pelo de tu perro.